DETECTAMOS SIN ROMPER

Mediante la termografía se puede detectar la fuga al medir la temperatura de la tubería. Con equipos de visión térmica, la energía se convierte en información espectral representada en colores. Luego en el mapa de temperatura se acusará la posible fuga de agua.

En cambio, por electroacústica y con la ayuda de un equipo receptor de frecuencias, se detectará la vibración que genera la presión del agua contra la rotura en la tubería, justo en el lugar que tiene la fuga.

Con fugas menos perceptibles, donde la rotura es mucho más pequeña se utiliza el gas trazador. Este, luego de ser inyectado en la cañería, saldrá por la rotura bajo alta presión (11 veces mayor a la del agua), haciendo su detección totalmente sencilla y exacta.

Este es un método infrarrojo que puede medir varios puntos a la vez de un mismo objeto, esta tecnología puede detectar fugas de agua caliente, fugas de calefacción, filtraciones en muros, filtraciones en superficies, filtraciones en estanques, y mas.

Esta tecnología proporciona una manera rápida y fácil de localizar y documentar la ubicación exacta de los problemas. En una industria donde la velocidad y la precisión son vitales, permite inspecciones más rápidas, y documentación más detallada.

A diferencia de otras herramientas tradicionales de auditoría, que solo proporcionan una idea general de dónde están los problemas, pero no alcanzan a identificarlos. En este sentido, quizás la parte más valiosa de la inspección por imágenes térmicas es la capacidad de documentar e informar los hallazgos.

Este procedimiento consiste en la inyeccción un gas llamado “FORMINGAS”, directamente en la red de cañerías, utilizado a presión en las lineas permite su salida en el área afectada, el cual es detectado en la rotura de dicha cañería gracias a un sensor altamente sensible.

Este gas es totalmente inofensivo tanto para las cañerías como para las personas ya que esta conformado de un 5% de Hidrógeno (H2) y un 95% de Nitrógeno (N2), siendo su composición lo que hace que actue de tal manera que gracias a su volatilidad permita su salida al exterior atravezando barreras importantes.

Esta tecnología nos permite detectar las fugas de agua caliente, fría o de calefacción de manera no invasiba a travez de un sonar.

Cuando una cañería de agua presenta fuga, esta genera un fuerte ruido interno justo en el lugar de la rotura. Por lo general, este ruido, no es perceptible desde el exterior al oido humano ya que estas estan cubiertas por material denso, esta tecnología de sonar electroacústico nos permite localizar el punto crítico de la fuga, que con la experiencia de nuestro inspector y gracias a un sonar altamente sensible se puede detectar.